sábado, 14 de abril de 2012

GUERRA EN APPLE (Rafael Antonio Moya Gómez)


Steve Jobs fue tildado en su momento por el mundillo informático como un “tirano carismático”, a lo mejor esa tiranía carismática que ejercía sobre sus trabajadores unida al gran talento que tenía para los negocios le hicieron ser quien fue y llegar hasta donde llegó. También eso le supuso diferencias y enfrentamientos con otros pesos pesados de APPLE, como por ejemplo con su socio, amigo y cofundador de APPLE Stephen Wozniak. Wozniak no entendía que Jobs dividiese internamente a trabajadores de su empresa, trabajadores del departamento Macintosh y trabajadores del departamento Apple II enfrentados entre sí. En una escena de la película Jobs califica a los trabajadores de Macintosh como los verdaderos y únicos artistas de APPLE. Esta fue la gota que colmó el vaso y la que hizo que su amigo y socio Steven Wozniak abandonase la empresa.

En mi opinión, esta táctica viniendo que quien vino, de un genio llamado Steve Jobs, no me atrevo ni tan siquiera a plantearme si fue desacertada o no. El caso es que poco tiempo después, John Sculley (Presidente de APPLE contratado por el propio Jobs) acabaría despidiendo a Steve Jobs por estar en total desacuerdo con las maneras rebeldes y heterodoxas de éste. Pero también es cierto que Jobs volvió a APPLE en 1996 haciendo de esta empresa lo que es hoy. Jobs ha conseguido que la marca APPLE sea perdurable en el tiempo y esté asociada a la calidad. La marca APPLE no sólo tiene una función de identidad y de origen, sino que también tiene carácter de contrato. Garantizando así los atributos y beneficios prometidos, generando señas de su personalidad y carácter. Carácter otorgado por un carismático empresario y genio de la tecnología como fue Steve Jobs. La marca APPLE en la actualidad representa un mundo asociado a la sofisticación, a la competencia, a la independencia, al lujo,  a la innovación. Todos ellos sinónimos de seguridad y liderazgo. A sí que personalmente, vuelvo a repetir que no me atrevo a plantear si esta guerra interna en APPLE entre trabajadores (con el beneplácito de Jobs) fue acertada o desacertada. Lo único que sé es que APPLE es lo que es gracias en grandísima parte a Steve Jobs.

7 comentarios:

  1. OPINIÓN DE: MARCO ANTONIO GONZÁLEZ FRAGUEIRO

    Como dice mi compañero, no se si la "guerra" fue acertada o si la competencia ayudó, lo que tengo claro es que Steve Jobs era un genio, haya copiado o no. Quizás su carácter ganador le haya ayudado poco con sus compañeros pero en el recuerdo quedará sus innovaciones por la tecnología y no sus guerras internas. Cierro parafraseando a mi compañero: "Lo único que sé es que APPLE es lo que es gracias en grandísima parte a Steve Jobs"

    MARCO ANTONIO GONZÁLEZ FRAGUEIRO

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  2. OPINIÓN (MINERVA DÍAZ-HEREDERO VÉLEZ)

    Estoy totalmente de acuerdo con mis compañeros. Steve Jobs era un genio de la informática, y no sé si su comportamiento era el adecuado o no, si su forma de actuar era la correcta o no. Pero ese fanatismo, esa locura por la superioridad, por aniquilar al adversario y esa inteligencia sin límites, le hicieron cosechar grandes exitos. Apple es una marca consolidada y una marca con vida propia. Ese universo que se ha creado alrededor de ella, la hace un ser superior, un mundo virtual... del cual miles de ciudadanos forman parte y al que se le integran dia a dia millones más. Y todo ello ha sido gracias a él. Lo quieran o no Steve Jobs fue el participe, el creador y el fundador de una empresa que hoy maneja millones de dolares en el mercado. Una empresa que sigue creciendo, y que tiene la filosofía Jobs, innovar e innovar... sacar los productos más actuales, lo más insólito... lo que nadie tiene...

    MINERVA DÍAZ-HEREDERO VÉLEZ

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  3. Con un valor de empresa de 360.000 millones de dólares, 14.000 millones de dólares de beneficios y 46.000 empleados, Apple se ha convertido en uno de los cimientos sobre los que ahora descansan las aspiraciones hegemónicas de Estados Unidos. Se trata de poder cultural y económico, de determinar la forma de vida del hombre moderno, como en su momento lo hiciera con el cine de Hollywood o con la Coca-Cola. Ese éxito está asociado de forma inevitable a un vendedor con talento, dominado por el perfeccionismo y el ansia de mejora: Steve Jobs. Calificado como una persona de espíritu feroz tanto por los empleados de Apple como por sus competidores, despertaba filias y fobias por igual. A pesar de sus errores, fue un visionario, que llevó a la empresa de la “manzana” a soportar una continua condena: resolver problemas en los que otros llevan trabajando años y sorprender constantemente. Desató una guerra interna en Apple, pero gracias a su entusiasmo contagioso logró que el personal que diseñó el primer Mac trabajara noventa horas semanales durante tres años seguidos. Todo se resumiría en lo que dice Steve Wozniak en la película sobre él:”La gente dice cosas de ti y yo no escucho porque te conozco… ¡Vale la pena! ¡Vale la pena!”.

    Mª ÁNGELES GARCÍA DÍEZ.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo María Ángeles, el objetivo de Jobs con esa guerra, era clave. Generar en los trabajadores un motivo extra para que luego lo pusieran en marcha en su trabajo. Motivó de tal manera a sus trabajadores, que el objetivo de estos era superarse, superar a sus "compañeros", con herramientas más innovadoras, que superaran lo antiguamente publicado. La mente de Jobs para los negocios no tenía límites.

      MINERVA DÍAZ-HEREDERO VÉLEZ

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  4. Personalmente, este fue uno de los aspectos que más me llamó la atención al verlo escenificado en la película: la llamada "guerra" dentro de Apple. Me parece gravísimo que se tilde a Jobs de genio incluso pasando por alto este aspecto, el de la alienación de los trabajadores. Que al lado de las creaciones Apple el hecho de que personas estuvieran trabajando 90 horas a la semana quede como una minucia, significa que mañana nos podrían contratar a cualquiera de nosotros por esas horas a la semana bajo la claúsula "método Jobs", y no pasaría nada: significaría que juntos vamos a crear algo muy grande que cambiará el mundo tarde o temprano.
    Me parece un error grandioso. Jobs sería un genio, pero para demostrarlo necesitó a mucha gente a su alrededor en desigualdad de condiciones; en otras palabras, necesitó aprovecharse del trabajo de muchos.

    Vanessa Seco de Herrera Sacristán.

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    1. No comparto la idea de Vanessa, sobre todo, la conclusión final. El hecho de que Jobs hiciera trabajar a destajo a sus empleados no supone que se aprovechara de ellos para obtener el éxito. Creo que todo responde a una determinada manera de ver el mundo de la empresa y de los negocios que a todos, y me incluyo, por supuesto, nos queda demasiado lejos.
      Jobs sabía que quería cambiar el mundo a través de constantes innovaciones tecnológicas. Quizá no supiera cómo, y ahí es donde entra en juego el saber rodearse de los mejores colaboradores para conseguirlo. Jobs buscaba gente que dedicara horas y horas a conseguir lo que él y su empresa buscaban; gente que tuviera la misma confianza que él en poder crear algo diferente, nuevo... En definitiva, quería devotos... Sé que así visto, la idea que nos viene a todos a la cabeza es la de trabajar dentro de una secta y al servicio de un líder, dejando nuestros derechos por el camino, pero es la manera en la que trabajan o han trabajado muchas grandes empresas que hoy dominan el mundo. Es una carrera por el éxito casi a cualquier precio que una mente europea (o mediterránea, si se me permite) difícilmente puede asimilar (insisto, me incluyo, y no sé si estaría dispuesto a trabajar de ese modo), pero que es muy común en el mundo anglosajón. No por esto quiere decir que ese modo de entender los negocios sea bueno o el mejor, pero a la vista está que da resultados.

      Manuel R. Cano Rincones

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    2. Estoy de acuerdo Manuel, con lo de que hay diferencias entre la mentalidad que podamos tener a este lado del atlántico y la anglosajona. También pienso que existen notables diferencias con Asia en cuanto a la planificación del trabajo y la forma de concebir y entender el mundo empresarial. Pero en el fondo no dejan de ser ideas adquiridas; es decir, que no nacemos con ellas: nos las inculca el entorno.
      Y como humanos que al final somos todos, me sigue pareciendo aberrante la concepción empresarial de Apple, en concreto este aspecto de la "guerra".

      Vanessa Seco de Herrera.

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